En el medio de la isla deshabitada de 1.7 kilómetros cuadrados llamada Klein Curazao, se encuentra el icónico faro rosa. El primer faro fue construido en 1850, pero fue destruido por los impiedosos huracanes en 1877. El siguiente faro, que todavía se encuentra hoy en día, fue construido en el interior de la isla. Era el hogar de intrépidos guardafaros, quienes vivían en las habitaciones contiguas, sin agua corriente ni electricidad.
De pie solo en el medio de la isla, ahora está abandonado. La escalera de madera hasta la cima del faro todavía está intacta, al igual que las dos historias de habitaciones. La torre de 22 metros (66 pies) de altura tuvo que ser reconstruida tres veces, pero todavía está funcionando hoy en día. Debido a los muchos naufragios, poner el faro de nuevo en funcionamiento era más que necesario. A pesar de todas las tecnologías que usamos hoy en día, Klein Curazao todavía es una isla muy difícil de maniobrar. Más recientemente, en 1982 un gran petrolero, el Maria Bianca Guidesman, varó en el lado sotavento de Klein Curazao. Y no solo los barcos, sino también los yates han caído víctimas de sus aguas feroces. En 2008, la torre de luz fue dotada de un faro LED con paneles solares que todavía parpadea cada 15 segundos.
Klein Curazao es una isla baja y plana, lo que hace difícil de detectar desde el puente de un barco. La isla ha sido llamada incluso "un acantilado sin valor" y "se interpone en el tráfico en el océano". Pero es cierto, muchos naufragios están en Klein Curazao debido a las muy fuertes corrientes y los implacables vientos del noreste. Esta combinación de viento y corriente hace muy difícil para incluso los mejores capitanes dirigir su barco alrededor de la isla.
